A la hora de plantear la planificación de la temporada 24/25, la planta noble verdiblanca estableció como una de las prioridades liberar masa salarial y cuadrar las cuentas, lo que precisaba una serie de salidas en este mercado de algunos de los futbolistas con sueldos más elevados.
Entre los candidatos siempre se ha encontrado el nombre de William Carvalho, que ya estuvo en la rampa de salida en el pasado mercado invernal por el interés despertado en Brasil y también en Turquía, si bien, finalmente, continuó en el Benito Villamarín, siempre con el respaldo de Manuel Pellegrini. Sin embargo, la dirección deportiva no quiere que pase este mercado sin librar a sus cuentas del salario del internacional luso, uno de los mayores de la plantilla.
Tanto es así, que, después de cerrar cinco fichajes, en el Benito Villamarín han echado el freno a las incorporaciones a la espera de gestionar salidas como la de Carvalho, no por el hecho de hacer caja, que también, sino, principalmente, para dejar de pagar una ficha que condiciona la planificación a día de a hoy.
Con el futuro de Fekir, otras de las fichas más altas aún en el aire, pendiente de una renovación a la baja o de que llegue una oferta convincente, el Betis se centra en encontrar acomodo al centrocampista, hasta el punto de que, como apunta ABC, en estos últimos días ha intensificado las conversaciones para acelerar en lo posible el adiós de William Carvalho, que liberaría entre el sueldo, la amortización y el ingreso por la venta alrededor de diez millones de euros.
Su precio de salida rondaría los tres millones de euros y ya han sido varios los clubes que han sondeado la posibilidad de reclutar al pivote, la mayor procedente de ligas con potencial económico, pero menos atractivas deportivamente, como, por ejemplo, de Arabia Saudí. Lo cierto es que, más allá de haber mucho interés, no se han producido ofertas en firme ni se ha profundizado en ninguna negociación para el traspaso.
Razón por la que el Betis ha tomado las riendas del asunto ante la necesidad de retomar una 'operación salida' que es absolutamente esencial para continuar con el apuntalamiento de la plantilla, que todavía necesita refuerzos en varias posiciones. Una vez traspasado, el Betis se lanzaría a por otro mediocentro.
Cabe recordar que al de Luanda le quedan dos años de contrato, por lo que la voluntad del futbolista también resultará fundamental en este asunto, teniendo en cuenta que su protagonismo en el Betis ha descendido notablemente por diversas razones.